Durante el puente de la Constitución y de la Virgen de la Inmaculada, nos hemos trasladado hasta la localidad de Ledesma para realizar una ruta que se hace a través de una dehesa, para terminar llegando a un puente de la época romana con una restauración medieval, el Puente Mocho, el cual tiene por accesos desde ambos lados 2 tramos de calzada romana...
Se trata de una ruta corta, no se tarda ni dos horas en ir y volver, y de recorrido fácil de realizar ya que no tiene ninguna dificultad, ni de desniveles ni de estado del camino. Las pendientes de subida y de bajadas son de bajo porcentaje, salvo su tramo final pero de muy corta distancia. Y el recorrido no se realiza sobre un sendero, sino sobre un camino ancho.
En el punto de partida del camino se encuentra un panel informativo de la ruta, desde donde comenzamos a caminar a través de la dehesa para llegar al agreste paisaje de la Ribera del Cañedo, que discurre encajado por canchales graníticos y con dominio de vegetación de encinas y carrascos, que es donde se encuentra el puente perseguido, el Puente Mocho. El recorrido lo realizamos siempre siguiendo el camino principal, ya que de él surge otros secundarios que no sabemos donde nos llevará. Según vamos avanzando, vamos observando que las encinas y carrascos se van haciendo mas espesos a nuestros lados, haciendo que nuestra vista se deleite con semejante paisaje.
Después de llevar caminando cerca de una hora, a un ritmo poco más alto que un paseo, llegamos al final de la ruta, donde comienza un tramo de calzada romana, no llega a los 100 metros, que nos lleva hasta nuestro objetivo. Para ello hay que atravesar un portillo, el cual debemos de dejarlo tal y como nos lo hemos encontrado. Este puente, que cruza la Ribera del Cañedo, y que era utilizado por los romanos para llegar desde Ledesma a Zamora, tiene una longitud de 71 metros, una altitud de 5,7 metros y una anchura de 3,50. Consta de 5 arcos, siendo los dos primeros completamente romanos y los otros 3 medievales fruto de una restauración.
Desde este punto podemos contemplar un maravilloso paisaje en plena naturaleza, respirando las fragancias que el lugar nos reporta.
Después de disfrutar tanto de los restos de calzada, del puente y de la belleza que nos rodea, partimos de vuelta hacia donde hemos iniciado la ruta y hemos dejado el coche, para llegar hasta Ledesma y ver sus monumentos... pero eso ya lo comentaré más adelante y más detallado.
Tanto el Puente Mocho, como la calzada romana fue declarado Bien de Interés Cultural, BIC, el 29 de Junio del 2000.
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